viernes, 26 de febrero de 2010

VIOLENCIA DE GÉNERO: UN PROBLEMA QUE AUMENTA EN LA ARGENTINA

El aumento de la violencia en la Argentina no se da sólo en las calles, sino que la que viven miles de mujeres diariamente al interior de sus familias, aumenta en forma escalofriante. Las cifras de un delito que no para de crecer, y por qué una mayor conciencia social es central para acabar con la violencia de género.

La violencia de género es un flagelo que azota no sólo a nuestro país, sino al mundo entero, con cifras escalofriantes sobre el número de mujeres que sufren por este delito, que aumentan año a año y que por el momento no se pueden detener a pesar de la introducción de leyes para acabar con este maltrato.

En muchos casos, el silencio que rodea tanto a las víctimas como a las familias de las mismas, son claves para no poder erradicar un delito que se agrava con el correr del tiempo y que las circunstancias sociales, según los especialistas, amenazan con empeorar aún más en el futuro cercano.

En nuestro país, las estadísticas oficiales muestran que son 43 las mujeres que murieron en la Argentina en los primeros 9 meses del 2009 víctimas de la violencia de género, pero esas cifras contrastan en gran manera con las que manejan los organismos en defensa de los derechos de la mujer y defensores de los derechos humanos, quienes aseguran que en nuestro país una mujer es asesinada cada tres días víctimas del a violencia machista.

A pesar de que la Argentina ha avanzado en materia legislativa con la sanción de la Ley 26485 en marzo de este año, que es la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar, y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, la situación en vez de disminuir, no ha hecho más que crecer en sus números, preocupando a las autoridades oficiales.

La Ley 26485 sirvió para dejar en claro que es lo que se define como violencia, y la misma dice eliminación entre mujeres y varones en todos los órdenes de la vida toda conducta discriminativa, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción u omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón.

Esta definición sirvió para que se pueda avanzar judicialmente en la penalización de un delito que hasta entonces estaba totalmente vacío de contenido en materia judicial, y que a partir de entonces se puede empezar a juzgar a los miles hombres que diariamente ejercen violencia contra las mujeres en nuestro país.

Si se tienen en cuenta los datos del año 2008, se verá que en la Argentina se recibieron más de 60.000 denuncias sobre actos de violencia de género, lo que significó un incremento de más del 200 por ciento con respecto a las estadísticas del año 2006, cuando las mismas no llegaban a las 20.000. Además, el número de atención telefónica al que las mujeres pueden acudir en caso de violencia, recibió entre febrero y octubre de 2008 un promedio de mil llamadas mensuales, de las cuales el 46% correspondió a pedidos de auxilio ante una situación de emergencia. De las 10.946 llamadas registradas en ese lapso, en ocho de cada diez casos el agresor era el ex o actual pareja de la víctima.

Los organismos defensores de los derechos de la mujer, sostienen que más del 90% de los casos de violencia que sufren las mujeres en el seno de sus familias, es violencia física y psicológica; y casi un tercio de las mismas contienen además amenazas de muerte directa para ellas o algún miembro de su familia.

Otro dato alarmante se dio en el principal territorio nacional, como lo es la provincia de Buenos Aires donde diariamente se inician un promedio de 14 causas judiciales sobre violencia de género, donde durante todo el 2008 se iniciaron más de 4.500 causas, creciendo más del 120 por ciento en relación al año anterior.

Eduardo Guarna, ex defensor del pueblo adjunto de la Ciudad de Buenos Aires y presidente de la ONG Fiscales sin Fronteras, aseguró que “la violencia de género viene mal; hoy en día en la Argentina el género femenino es casi una víctima diaria, porque no solamente tenemos que ver los delitos sexuales, sino que también tenemos que ver lo que es la violencia doméstica”.

Para Guarna, que se desempeñó como Inspector de Cárceles durante la gestión de Gustavo Béliz en el Ministerio de Justicia en la primera etapa del gobierno de Néstor Kirchner, “hoy la mujer está de vuelta siendo sometida a lo que es la violencia, las golpizas, los malos tratos tanto psicológicos como físicos, y hoy también se está viendo una tendencia hacia el abuso de la minoridad, familias propias inclusive. Esto es un tema que está preocupando bastante, porque es el delito que más crecimiento ha tenido en los últimos dos años”.

“En la Argentina ha aumentado muchísimo lo que son los delitos de violencia doméstica, también lo que es el delito sexual, mucho más inclusive que lo que son los homicidios; y esto es preocupante, porque hay que ver cual es la tendencia que está existiendo, y justamente sobre eso es que hay que operarla”, destacó Guarna.

Para este especialista en temas de seguridad en nuestro país, el estado de la Justicia tiene mucho que ver con este aumento, porque lo que “tenemos es una justicia burocratizada, tenemos mucha justicia, muchos fiscales, muchos jueces, muchos defensores, pero cuando la aplicación de los recursos está mal orientado, vamos al fracaso, y esto está relacionado con lo que le comenté al principio. Si vamos a tener un fiscal, un juez y un defensor, que va a perseguir a alguien por un robo sin armas, hurto, o sea, un robo simple, no es lo mismo que tener un fiscal, un juez o un defensor para delitos de mayor cuantía”, subrayó.

En ese sentido, el ex funcionario kirchnerista indicó que “la inseguridad existe desde que nacemos. Desde que salimos del cuerpo de nuestra madre estamos pasibles a la inseguridad y los vaivenes que puede tener una vida. Hay que afrontarla, mirarla de frente y tratar de encontrar las soluciones, y cuando un individuo se para de frente al problema e intenta junto con otro encontrar una solución, es lo mejor que puede pasar”.

Justamente esto último expresado por Guarna, es en lo que coinciden la mayoría de los especialistas en el tema para acabar con el tema de la inseguridad femenina ante la violencia machista. Para todos ellos, lo mejor que le puede pasar a un país y a una sociedad en su conjunto, es la toma de una mayor conciencia social para acabar con la violencia de género.

Por otra parte, y a pesar de que reconocen los esfuerzos del gobierno nacional para intentar acabar con este tema, y de reconocer que la Ley 26485 ha sido un avance cuantitativo en el tema, se le pide a las autoridades nacionales y provinciales un compromiso más fuerte en la reglamentación de dicha normativa, y que de una vez por todas se tome como un objetivo prioritario y como política de Estado la acción para una mayor igualdad de la mujer con el hombre en nuestro país.

Lo que se pide desde estos cuerpos es una mayor actividad consensuada y coordinada entre los organismos nacionales y provinciales encargados en coordinar estos programas e implementar los mismos en forma rápida, urgente y lo más efectivo posibles, ya que aseguran que es la única manera de parar con un flagelo que duele a todos los argentinos.

Todas estas medidas que se exigen desde los organismos defensores de los derechos de la mujer, deben ir acompañados también de un gran cambio cultural por parte de la población, donde se cambie la mentalidad del argentino medio, donde se entienda que no es más macho aquel que golpea cobarde y salvajemente a una mujer, sino que por el contrario, es un delincuente que comete un delito, y por lo tanto es punible de una sanción.

Sólo con una toma de conciencia grande por parte de todos los habitantes de la Argentina , con una Justicia que actúe rápida y efectivamente ante cada una de las causas de violencia de género, y con un cambio en la mentalidad de los argentinos, se podrá cambiar este estado de situación, que nos hace estar siglos retrasados y más cerca de la barbarie que de la civilización.

EL PEZ POR LA BOCA MUERE

El llamado de Eduardo Duhalde a crear un país con todos y para todos, incluso “para el que quiere a Videla y para el que no lo quiere”, desató la polémica en la clase dirigente argentina. Por qué el ex presidente cae en desaciertos impropios en un líder que quiere volver a ser presidente el año que viene.

“Tenemos que parir en 2011 un gobierno para todos los argentinos, para el que quiere a Videla y para el que no lo quiere”, aseguró ayer el ex presidente Eduardo Duhalde en una entrevista con Magdalena Ruíz Guiñazú por Radio Continental, palabras que desataron inmediatamente una andanada de críticas de distintos sectores políticos.

El desacierto del bonaerense en querer incluir en su proyecto de país a los genocidas que llevaron adelante el terrorismo de Estado en los años ’70, y que hicieron de la tortura y de la desaparición física de más de 30.000 compatriotas moneda corriente, no es nada alentador para alguien que dice querer volver a gobernar la Argentina.

El querer introducir nuevamente en la sociedad la falsa teoría de los dos demonios y querer comparar los crímenes de los militares que usurparon el poder el 24 de marzo de 1976 con los civiles que hayan cometido algún tipo de delito, es un desacierto político enorme por parte del ex presidente, que no advierte que el tema está aún latente en la sociedad, y que es imposible crear algo nuevo en la Argentina si no es a través de la verdad, la memoria y la Justicia.

Duhalde parece querer volver a los ’90, época en las que cuando era vicepresidente de Carlos Menem, se dictaron los indultos para los comandantes de las Juntas militares que llevaron adelante el genocidio en los ’70, y se intentó hacer olvidar a una sociedad que no quería olvidar, sino que quería que todos los asesinos estuvieran donde tenían que estar, es decir, en la cárcel.

Estas palabras inapropiadas para alguien que dice ser un Estadista y un líder político con pretensiones de llegar nuevamente a la presidencia de la Nación , dan cuenta de que todavía no ha sabido por qué lado llevar la campaña política de cara al futuro, y de que lo único que vale es diferenciarse del kirchnerismo en todos sus actos, incluso en aquellos en que ha hecho las cosas bien, como es el caso de los derechos humanos, donde después de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final en el 2003, se han comenzado los juicios por la verdad y la memoria, donde cientos de asesinos y torturadores de los ’70, están siendo juzgados en los estrados judiciales nacionales.

Habrá que ver cómo repercute esto en la imagen de Duhalde en la población, ya que en los últimos meses venía revirtiendo de a poco su imagen negativa, e iba logrando una mayor aceptación hacia su persona y un mayor reconocimiento a su gobierno luego de la debacle social y económica de diciembre del 2001.

Hace unos meses atrás, desde esta agencia de noticias decíamos que Duhalde está convencido que le debe dar su último acto personal a la Nación , y que el mismo consiste en no dejar que el kirchnerismo esté en el poder más allá del 2011, y por lo tanto hará todo lo que esté a su alcance para no permitir la perpetuidad K, y ya piensa en los candidatos dentro del propio Partido Justicialista que pueden servirle para acabar con los sueños del patagónico de volver a la Casa Rosada el año que viene.

El camino elegido por el bonaerense para diferenciarse del oficialismo no parece ser el adecuado, porque si para mostrar sus diferencias políticas con el kirchnerismo, Duhalde cae en la necesidad de querer comparar a los militares que cometieron el terrorismo de Estado en los ’70 con el resto de los mortales que hacen política, lo único que hace es perder prestigio dentro de la población y caer en desvaríos que no le hacen bien a la Argentina.

De seguir los opositores al pejotismo kirchnerista con un accionar que evite a la cosa pública, los resultados seguirán favoreciendo a los moradores de Olivos. De ahí el interrogante de quien es el que se beneficia con ese formato de confrontación al kirchnerismo que pergeña el ex presidente Eduardo Duhalde, será difícil entonces lograr algún resultado beneficioso para la sociedad, porque inclusive ganando nada cambia, ya que la falta de toma de compromiso de los dirigentes sigue vigente.

TRABAJADORES PETROLEROS EXIGIRÁN UN AUMENTO DE SUELDOS DEL 32%

Alberto Roberti, secretario general de la Federación Argentina del Petróleo, Gas y Biocombustibles, aseguró que irán "a la mesa de negociación colectiva con un pedido concreto, que permita larecuperación del valor de los salarios del sector, y según nuestros cálculos, esto es un aumento de no menos del 32%”.
Tras la suspensión de las negociaciones colectivas y paritarias con los sindicatos petroleros, en noviembre de 2009, ahora la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles anunció que pedirá un aumento salarial de al menos 32% para todos los trabajadores del sector.

Alberto Roberti, Secretario General de la Federación dijo que “se apelará a la comprensión de los empresarios, para que evalúen la real depreciación del salario de los trabajadores, frente a los incrementos de precios que viene sufriendo la economía argentina, y que hace imposible pensar en un porcentaje menor al que hoy se solicita”.

Cuando en 2009 los gremios accedieron a dejar en suspenso los reclamos salariales, lo hicieron impulsados por la amenaza de múltiples despidos en las empresas nacionales, y porque además, éstas asumían el compromiso de mayor inversión, algo que no se ha visto reflejado en mejoras para los trabajadores, quienes hoy quedaron muy relegados en la escala salarial.

“Creo que los dirigentes tenemos que estar preparados para los tiempos actuales, y brindar soluciones viables para favorecer al país, pero también tenemos la obligación de velar por los intereses de los trabajadores a los que representamos, y por eso iremos a la mesa de negociación colectiva con un pedido concreto, que permita la recuperación del valor de los salarios del sector, y según nuestros cálculos, esto es un aumento de no menos del 32%”, remarcó Roberti.

El dirigente se mostró confiado además, por la fortaleza que significa representar no a un gremio, sino a una Federación que agrupa a todo los sindicatos de trabajadores del petróleo, gas y biocombustibles del país.

“Nuestra organización es fuerte, porque velamos permanentemente por la unidad del movimiento sindical de nuestro sector, y vamos a discutir salarios con la responsabilidad que otorga representar a miles de trabajadores a lo largo y ancho del país”, sostuvo Roberti quien advirtió además: “defenderemos el salario punto por punto, porque los empleados petroleros han visto decaer su calidad de vida, y esto va en desmedro de la dignificación del trabajador; de la justicia social que tantos proclaman (y pocos concretan), y sobre todo, de la posibilidad de alcanzar en serio, un modelo social y económico más justo, equilibrado y solidario”.

EL CONFLICTO SOCIAL AMENAZA CON ROMPER LA ESTABILIDAD EN LA CGT

La creciente conflictividad social que se viene dando a lo largo y ancho del país, hace que la central sindical perdiera el peso de antaño en los trabajadores. Por qué la CGT pierde consenso entre la masa trabajadora y los ejes de la pelea social que preocupa a sindicalistas y funcionarios públicos

El conflicto desarrollado en el día de ayer en los Subtes por una interna gremial que mantuvo a más de un millón de usuarios sin la posibilidad de usar el medio de transporte que utilizan para ir a su trabajo, volvió a poner en el centro de la escena política el bajo nivel de representación que tienen las viejas estructuras sindicales en la Argentina de hoy.

Los trabajadores del subte, a través de su comisión interna, lo que pretenden es la formación de un nuevo sindicato y desprenderse de esa manera de la Unión Tranviario Automotor (UTA), pidiendo que se le dé desde el Ministerio de Trabajo la personería gremial que le dé legitimidad a la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y del Premetro (Agtsyp).

La cara visible del conflicto es un trabajador de hace años del subte, como lo es Néstor Segovia, un viejo militante del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), que comanda a la mayor parte de los trabajadores que no desean pertenecer a la UTA como pasó durante años, sino que quieren desprenderse de la vieja burocracia sindical y formar un sindicato propio con nuevas reglamentaciones de libertades internas que los viejos sindicatos no aceptan.

Hace mucho que desde estas páginas se viene sosteniendo que los nuevos conflictos que se vienen suscitando a lo largo y ancho del país, muestran una CGT devaluada ante la opinión de los trabajadores que ya no confían en ella. La principal objeción que ponen los trabajadores al denostar a las viejas estructuras gremiales es que no defienden los intereses de los obreros, sino que por el contrario, los líderes se dedican a hacer negocios personales con los empresarios, yendo en detrimento de los trabajadores.

Es así como piensan los trabajadores que ayer cortaron el suministro del subte durante doce horas y que levantaron una polvareda interna dentro de la central obrera muy grande. El reclamo de este sector viene desde hace años, y es uno de los principales problemas que se cuenta a la hora de darle una solución plausible al mismo desde el Ministerio de Trabajo.

Dicen los que conocen de cerca esta interna, que el ministro Tomada en una reunión con los principales referentes de la UTA les habría dicho que la personería gremial para la Agtsyp era inevitable, pero el ministro no contaba con la orden que le vino de arriba de parar todo, y la causa central para este parate era que la alianza estratégica que viene teniendo el kirchnerismo con el Moyanismo no se podía romper por un conflicto de subtes.

Los delegados de la UTA amenazaron además al ministro con parar todo el servicio de transporte a nivel nacional en caso de que se reconozca a los “rebeldes” del subte, lo que hizo que la protesta de ayer tomada por los trabajadores fuera inevitable para medir fuerzas en una pata sensible para los usuarios, como son los medios de transporte.

Toda la dirigencia sindical y política, temen que estos conflictos como el de los Subtes o el surgido en Kraft, se den en otras empresas en territorio argentino, como son el caso de Lan, Pepsico, Quilmes, los telefónicos opositores a FOETRA, una rama dentro de Siderar, Acindar, ferroviarios, trabajadores de salud (tanto pública como privada), docentes, Coca-Cola, gráficos y papeleros, y autopartistas, donde los trabajadores vienen manteniendo constantes encontronazos tanto con los empresarios como con los sindicatos.

El conflicto en Kraft y la resolución favorable a los intereses de los trabajadores, abrió una nueva etapa de reclamos laborales que pone nerviosos no sólo a los empresarios y el gobierno, sino principalmente a la CGT, porque la mayoría de ellos están efectuados desde las bases y con una dirigencia sindical que se ve superada por las bases, y se tiene que subir al carro de la protesta si es que todavía no quiere perder mayor poder ante los trabajadores.

Un problema complejo que atraviesa el sindicalismo y la clase política nacional, que ante el surgimiento de nuevos líderes sindicales, que no responden a las antiguas estructuras partidarias de la CGT, ven resurgir conflictos sociales que pueden poner al país al borde de un colapso parecido al del 2001.
FUENTE: RED DE NOTICIAS