Unión de D´elía con Moyano desata interna dentro de la CTA
La decisión del líder de la CGT de incorporar a Luis D´elía a su armado de organizaciones sociales, desató una interna dentro de la CTA sobre el papel que debe cumplir la central obrera ante el kirchnerismo.

El titular de la Confederación General del Trabajo, el camionero Hugo Moyano, decidió incorporar a su armado político de tejer una red de organizaciones sociales afines a los intereses de la central obrera y del kirchnerismo, al siempre polémico y controvertido Luis D´elía.
Quien durante muchos años fue el máximo responsable de la Federación Tierra y Vivienda (FTV) y que militó dentro de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), se encuentra en una alarmante soledad política en los últimos meses, no sólo al interior de los movimientos sociales sino también en lo sindical, por lo que dejaría de estar dentro de la CTA y se pasaría a la CGT moyanista.
Este hecho no fue para nada bien visto por la dirigencia de la central obrera que nació a principios de los '90 como una resistencia al neoliberalismo impulsado por el menemismo y aprobado entonces por la CGT.
D´elía era un miembro de la CTA y hasta entonces no se tocaban a los miembros afines a cada uno de ellos, como una regla tácita de buenos tratos entre ambas centrales obreras, pero la inmiscusión de Moyano en los movimientos sociales, trajo aparejado que comenzara a tejer alianzas con el líder del movimiento Evita, Emilio Pérsico, y ahora con quien se desempeña como titular de la Central de Movimientos Populares (CMP).
Pero Moyano no se quedó sólo ahí, sino que también intentó sumar a otro miembro de la CTA a su partida, como lo es el diputado nacional y referente del Frente Transversal Nacional y Popular, Edgardo Depetri, quien se excusó de participar del movimiento moyanista, por sentirse representado dentro de la CTA y no dentro de lo que él considera una pata del Justicialismo, como es lo que quiere formar el líder camionero.
Esta situación hizo que estallara nuevamente una interna que venía siendo callada dentro de la CTA, pero que ahora vuelve a agravarse, que es el papel que debe tomar esta central obrera ante el kirchnerismo, ya que hay muchos de sus miembros que apoyan al gobierno nacional, como son el caso de Depetri, Ariel Basteiro, Roberto Baradel o Hugo Yaski, y aquellos que están en contra del gobierno nacional, como Víctor De Genaro, Claudio Lozano o Fabio Basteiro.
El papel de la CTA ante el kirchnerismo es lo que ha llevado a que las diferencias internas dentro de la central obrera salgan a la luz y se intente tapar el mismo con la presentación que hizo ayer el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, de que tanto Depetri como Lozano presentarán proyectos sociales en el Congreso para buscar "universalizar las asignaciones familiares" y dictar la emergencia ocupacional que "prohíba" despedir a trabajadores sin causa.
Como señala hoy el diario La Nación, el paquete legislativo incluye un proyecto de seguro de empleo y formación, otro para establecer una fórmula de movilidad jubilatoria y una tarifa social que permita a sectores carenciados acceder a los servicios públicos a precios diferenciados.
También se prevé el envío de un proyecto de ley de garantía de libertad sindical que otorgue a los trabajadores que no tienen personería gremial los mismos derechos de los que la tienen.
De esta manera, los dos sectores en la pelea interna de la CTA muestran su cara, y a pesar de querer mostrar una unidad detrás de proyectos sociales, la división es muy clara y resquebraja a la central obrera al futuro.
Moyano, quien sabe que en el corto o mediano plazo al gobierno nacional no le quedará más que darle la personería gremial a la CTA, intenta con este tipo de jugadas políticas ir minando el poder de la central obrera disidente, sobre todo pensando en el futuro político que le espera a él mismo, al estar tan cercano al gobierno kirchnerista.
La intención de la CTA es seguir siendo una central obrera que no dependa de partidos políticos como la CGT que supedita sus decisiones totalmente de los dictados del PJ; y es por eso que alienta la participación ciudadana para resolver los problemas cotidianos.
Una batalla entre ambos sectores sindicales que recién empieza, y que a medida que avance el tiempo y la personería gremial a la CTA esté más cerca, se agravará y situaciones como las de D´elía se sumarán a muchas otras que intentará el sindicalismo tradicional para minar la formación de una nueva dirigencia obrera